Durante cuatro días intensos, del 28 al 31 de marzo, el Monasterio de Bujedo se convirtió se convirtió en el hogar fraterno de casi 300 jóvenes y de sus animadores. La Pascua del Desafío de Jesús, bajo el lema “Doy gracias a Dios por vosotros” (1 Cor. 1-4), atrajo a Hermanos de La Salle, jóvenes de los grupos Salle Joven, educadores y familias, creando un ambiente de vida compartida.
Junto a los sacerdotes Fernando y Secundino, los participantes vivieron intensamente el Triduo Pascual, sumergiéndose en las diferentes celebraciones que recuerdan la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Junto a las celebraciones, la Pascua juvenil ofreció espacios de encuentro y diálogo, donde los presentes pudieron compartir sus experiencias de fe y animarse mutuamente en el camino personal.
En la tarde del Jueves Santo, mientras el sol se ocultaba en el horizonte y la luz se tornaba tenue, los participantes se sumergieron en una reflexión profunda sobre el amor fraterno modelando arcilla con sus manos, recordando que en la unión fraterna radica la fuerza para afrontar los desafíos del mundo.
El Viernes Santo fue un tiempo para apoyar la vida en el madero, y reconocer que la medida del amor incondicional es el amor sin medida desde el camino de Jesús hacia la cruz, desde las cruces del mundo y también desde las cruces personales.
Y así, entre celebraciones compartidas, cánticos de esperanza y gestos de amor, la Pascua juvenil del desafío de Jesús cumplió su propósito: renovar el espíritu y fortalecer la fe de quienes participaron en ella escuchando el testimonio de John Fellingham y en la alegría de la resurrección de la Vigilia Pascual.
¡Nos vemos en la Pascua de Bujedo 2024!
